miércoles, 3 de octubre de 2007

Política de Apaciguamiento y Referéndum


Se cumple el 2 de Octubre de 1939 el aniversario del fin de la guerra relámpago de 1939 contra Polonia, que terminó con la anexión por parte de Alemania y de Rusia del territorio polaco. La historia real nos da lecciones interesantes, si queremos aprender.

A lo mejor alguien pudo darse cuenta antes, de lo que podría ocurrir si se seguía haciendo la vista gorda con el régimen Nacional Socialista Alemán, quizás cuando en marzo 1938 Lituania le cedió la ciudad de Memel para calmar su sed, quizás cuando en septiembre de 1938, vía pacto de Munich, se le cede "las Sudetes", parte de Checoslovaquia, quizás hubiera sido mejor reaccionar en marzo de 1939 cuando Hitler se anexiona el resto de Checoslovaquia, Bohemia y Moravia.

Pero no, parece ser que es imposible aprender de nuestros errores, la bestia del nacionalismo no es aplacable y cada vez necesita más; una vez ingresado en ese club, cada día se tiene que ser más radical, para que nadie te puede adelantar por los laterales el odio irreflexivo, de la teorización surrealista.

Lo estamos viendo en Cataluña con la radicalización exponencial de las fuerzas políticas de todo ámbito que necesitan un discurso más nacionalista; y lo estamos viendo en el País Vasco con el resurgir de sus famosos eufemismos: "Ámbito Vasco de decisión", "referéndum no vinculante", "derecho a opinar de los vascos" (bueno, excepto los asesinados y los exiliados)...

Si no se para con el discurso vigente de que todo es opinable, de que todas las opiniones son permisibles dentro de la democracia, incuso la misma extinción de la especie o del régimen si es votado por la mayoría; si no se para esta política que ya conocimos como Politica del apaciguamiento "appeasement policy" (consecución de la Paz a toda costa) en el conflicto mundial; cuando queramos reaccionar será dramático.

No señores, no se discuten las reglas de juego a medio partido; aprovecharse de los resquicios legales, paralegales o alegales no es un ejercicio da sana democracia, las reglas deben cumplirse y un referéndum secesionista, vinculante o no, es un chantaje a toda la sociedad.

Creo que es palmariamente demostrable que eliminar el tipo penal de convocatoria de referendum ilegal no ha hecho que la otra parte entienda que debe ceder, sino todo lo contrario, que ha vencido. En nuestra mano esta, como sociedad, demostrar lo contrario.

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